Hay químicos que nuestro cerebro produce naturalmente y que afectan nuestro estado de ánimo y bienestar, y que muchas veces, nos ayudan a estar Feliz. Estos químicos incluyen la serotonina, la dopamina y la oxitocina.
¿Cuales son?
La serotonina es una hormona y neurotransmisor que se encuentra en el cerebro y en el intestino. Se ha relacionado con la regulación del estado de ánimo, la sensación de bienestar y la sensación de saciedad. Los medicamentos antidepresivos a menudo se utilizan para aumentar los niveles de serotonina en el cerebro. Es importante destacar que el uso de medicamentos SIEMPRE debe ser recetado por un médico especialista, por lo que, si necesitas este tipo de ayuda, puedes pedir una hora con alguno de nuestros médicos aquí.
La dopamina es un neurotransmisor que se produce en el cerebro y que se relaciona con la recompensa, la motivación y el placer. Cuando hacemos algo que disfrutamos, como comer comida deliciosa o practicar deportes, nuestro cerebro libera dopamina, lo que nos hace sentir bien.
La oxitocina es una hormona que se produce en el cerebro y en la glándula pituitaria. Se ha relacionado con el vínculo emocional y la conexión social, y se ha demostrado que aumenta el sentimiento de bienestar y confianza. La oxitocina también se ha relacionado con la sensación de amor y con la capacidad de sentir empatía hacia los demás.
Además de estos tres químicos, también hay otros que afectan nuestro estado de ánimo y bienestar, como la noradrenalina y el GABA (ácido gamma-aminobutírico). La noradrenalina es un neurotransmisor que se produce en el cerebro y se relaciona con la respuesta de lucha o huida del cuerpo y con la regulación del estado de ánimo. El GABA es un neurotransmisor que se produce en el cerebro y se relaciona con la regulación del estado de ánimo y la ansiedad.
¿Cómo los regulo?
Hay muchas cosas que pueden afectar los niveles de estos químicos en nuestro cerebro, como la dieta, el ejercicio, el sueño y el estrés. Por ejemplo, una dieta equilibrada rica en nutrientes puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y estar feliz, mientras que el ejercicio regular puede aumentar los niveles de dopamina y endorfinas, que nos hacen sentir bien. El sueño adecuado también es importante para la regulación del estado de ánimo, ya que el cerebro utiliza el tiempo de sueño para procesar y organizar la información. El estrés, por otro lado, puede afectar negativamente los niveles de estos químicos y contribuir a trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad.
Aunque nuestro cerebro produce naturalmente estos químicos, también podemos obtenerlos de forma externa a través de ciertas actividades y sustancias. Por ejemplo, algunas personas experimentan un aumento en los niveles de dopamina y endorfinas cuando hacen ejercicio o practican deportes. Otros pueden obtener un aumento en los niveles de oxitocina a través del contacto físico y el abrazo. Algunos estudios también sugieren que la meditación puede ayudar a aumentar los niveles de serotonina y dopamina en el cerebro.
También hay algunas sustancias que pueden afectar temporalmente los niveles de estos químicos en el cerebro. Por ejemplo, el consumo de drogas como el alcohol y la marihuana puede afectar los niveles de serotonina, dopamina y oxitocina en el cerebro, lo que puede tener un impacto en el estado de ánimo y el bienestar. Sin embargo, el consumo excesivo de estas sustancias también puede tener efectos negativos a largo plazo en el cerebro y el cuerpo.
En resumen
los químicos que nos hacen feliz son sustancias químicas que nuestro cerebro produce naturalmente y que afectan nuestro estado de ánimo y bienestar. La serotonina, la dopamina y la oxitocina son algunos de los principales químicos involucrados en la regulación del estado de ánimo. Hay muchas cosas que pueden afectar los niveles de estos químicos en el cerebro, como la dieta, el ejercicio, el sueño y el estrés. También hay ciertas actividades y sustancias externas que pueden afectar temporalmente los niveles de estos químicos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el consumo excesivo de ciertas sustancias puede tener efectos negativos a largo plazo en el cerebro y el cuerpo.