¿Cómo saber cuándo un adolescente necesita ayuda para su salud mental online?
El mundo digital forma parte de la vida diaria de nuestros adolescentes. Redes sociales, mensajería rápida, plataformas de video… todo está a un clic de distancia. Pero junto con la oportunidad de conexión, vienen desafíos profundos para su bienestar emocional. Como madres, padres o cuidadores, es natural preguntarnos: ¿cuándo el uso de internet deja de ser algo normal y se convierte en una llamada de auxilio? ¿Cómo podemos acompañarlos sin invadir su espacio, pero estando ahí cuando más lo necesitan?
Hoy queremos hablarte de corazón a corazón sobre esas señales a las que debemos prestar atención, apoyándonos en los estudios más recientes para orientarte de manera clara y cercana.
Cuándo es momento de consultar a un especialista
Hay situaciones en las que el apoyo de un profesional en salud mental puede marcar una gran diferencia. Uno de los indicadores principales es el uso excesivo de redes sociales. Según el último informe del U.S. Surgeon General, pasar más de tres horas diarias en plataformas digitales duplica el riesgo de desarrollar problemas de salud mental en adolescentes.
No se trata solo del tiempo que pasan conectados, sino del impacto emocional que ese tiempo genera. Si notas que tu hija o hijo:
– Se muestra obsesionado con su imagen corporal.
– Busca constantemente validación a través de “likes” o comentarios.
– Muestra ansiedad, tristeza, irritabilidad o se aísla socialmente después de interactuar online.
– Ha estado expuesto repetidamente a contenido nocivo como idealizaciones de cuerpos irreales o trastornos alimenticios.
Son señales claras de que su mundo digital puede estar afectando su bienestar emocional.
La Universitat Pompeu Fabra confirmó que esta exposición puede ser especialmente intensa en chicas adolescentes, donde las comparaciones estéticas y la presión social pueden generar sentimientos de insuficiencia y tristeza profunda.
Una metáfora que puede ayudarte a entenderlo: imagina que las redes sociales son como una lupa que amplifica lo que sienten. Si ya lidiaban con inseguridades normales de la adolescencia, el entorno digital puede convertir esas dudas en tormentas emocionales muy difíciles de navegar solas.
¿Una moda o un problema real? Lo que dicen las cifras actuales
A veces, cuando hablamos de redes sociales y adolescentes, hay quienes piensan que es parte natural “de la edad”. Sin embargo, las estadísticas más recientes nos invitan a tomar una postura activa.
El 70,7% de los adolescentes utiliza TikTok y el 63,8% Instagram de manera regular, según detalló la Revista de Comunicación en 2024. Estas cifras, por sí solas, no son alarmantes. El problema surge cuando observamos que existe una relación directa entre el uso frecuente de estas redes y el aumento de síntomas de ansiedad, tristeza y autocrítica, especialmente en mujeres jóvenes.
Además, la Organización Mundial de la Salud indica que el 14% de adolescentes entre 10 y 19 años ya presentan trastornos mentales diagnosticables, lo que subraya la necesidad urgente de prestar atención y actuar a tiempo.
Aunque el último informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) muestra una leve disminución en los sentimientos persistentes de tristeza en Estados Unidos, también alerta sobre nuevas preocupaciones: mayor miedo por la seguridad física y aumento del acoso escolar, factores que también impactan en su salud mental y suelen estar conectados con las dinámicas online.
Nuevas estrategias para un apoyo real y efectivo
La buena noticia es que no estamos solos frente a este desafío. El nuevo Informe PROEMO 2025 propone un cambio significativo en la forma de cuidar la salud mental de nuestros jóvenes: comenzar fortaleciendo su educación emocional y su capacidad crítica frente a los medios digitales.
¿Qué significa esto en la vida cotidiana?
Significa hablar con ellos sobre cómo funciona un algoritmo que muestra solo cuerpos “perfectos”, cómo las redes tienden a mostrar una vida irreal y cómo cuidar su autoestima en medio de ese torrente de imágenes. No se trata solo de enseñarles a desconectarse, sino de acompañarlos en el desarrollo de un pensamiento crítico que les permita navegar el mundo digital de manera segura y consciente.
Además, se está trabajando multisectorialmente para crear entornos más seguros, donde escuelas, plataformas digitales y servicios comunitarios se unan para apoyar la salud mental adolescente. Supervisar qué mensajes reciben nuestros hijos en internet y exigir a las plataformas mayor responsabilidad también forma parte de esta transformación.
Tu acompañamiento es fundamental: tu presencia, tus preguntas genuinas, tu escucha sin juicios. Muchas veces, un simple “¿cómo te sentiste hoy navegando en tus redes?” puede abrir una conversación que salve horas de angustia silenciosa.
¿Qué podemos hacer hoy?
La adolescencia es una etapa de construcción de identidad, sueños y desafíos. También es un momento en el que nuestros adolescentes necesitan más que nunca saber que no están solos.
Si sientes que tu hija o hijo está atrapado en un “agujero negro de negatividad” o notas señales de alerta en su comportamiento, no dudes en buscar apoyo. A veces, una conversación amorosa puede aliviar, pero otras veces, la ayuda de un especialista en salud mental es esencial para sanar heridas invisibles a tiempo.
Recuerda siempre: pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino un acto de amor profundo.
En Enmente® estamos aquí para acompañarte a ti y a tu familia. Porque comprender el dolor a tiempo, actuar con cariño y buscar apoyo adecuado puede transformar el presente y construir un futuro más saludable para quienes más amamos.
Te invitamos a agendar una consulta con nuestros especialistas en salud mental adolescente. Estamos contigo en cada paso de este camino. 💛