Refugio psíquico: ¿Qué es?

Introducción

Cuando hablamos de refugios psíquicos, nos adentramos en un mundo fascinante y complejo que toca las profundidades del subconsciente humano. ¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad de escapar, aunque sea por un momento, de la dura realidad? Pero, ¿qué sucede cuando esta necesidad se convierte en un mecanismo constante? ¡Ay, ahí es donde entramos en el territorio de los refugios psíquicos!

Los refugios psíquicos sirven como un escape de la realidad, una táctica de supervivencia para protegernos del dolor emocional y la ansiedad. Es como tener un escondite secreto en la mente, donde las preocupaciones del mundo real no pueden alcanzarnos. Sin embargo, este escondite puede ser tanto un santuario como una prisión.

Refugio psíquico: ¿Qué es?

El concepto de refugio psíquico, propuesto por John Steiner, se refiere a un estado mental en el que una persona se aísla de la realidad para evitar enfrentar situaciones dolorosas o traumáticas. En estos refugios, la realidad es una invitada ambigua: no se la acepta del todo, pero tampoco se la rechaza completamente.

Estos refugios se manifiestan en diversas formas, como la negación, la fantasía, la disociación, y más. Funcionan como un refugio temporal, permitiendo a la persona un respiro del estrés y la angustia, pero cuando se convierten en un hábito, pueden impedir el crecimiento emocional y el desarrollo personal.

Relación con la realidad en las perversiones

Steiner se adentra más en el tema al relacionar estos refugios con las perversiones, tomando como base las teorías de Freud sobre el fetichismo. En estos casos, la realidad es una paradoja viviente: aceptada y negada al mismo tiempo. Esto provoca una distorsión en la percepción del mundo y en las relaciones interpersonales.

En una organización patológica, los refugios psíquicos pueden endurecer la personalidad, debido a la incapacidad de confrontar la pérdida y el dolor. Esta rigidez impide el proceso de duelo, dejando a la persona atrapada en una versión alterada de la realidad.

Mecanismos de defensa en las perversiones

Las perversiones, en su esencia, son una danza entre la aceptación y la negación de la realidad. Aquí, los mecanismos de defensa juegan un papel crucial. Estos mecanismos intentan reconciliar las contradicciones entre lo que se observa y lo que se desea. Sin embargo, en lugar de integrar las partes buenas y malas del objeto, estas defensas crean una falsa conciliación.

Tres hechos básicos de la vida

Steiner, siguiendo a Money-Kyrle, señala tres hechos vitales que son difíciles de aceptar y que se relacionan con potentes defensas narcisistas y perversas: la bondad del pecho (objeto materno), la creatividad del coito parental y la inevitabilidad de la muerte. Estos hechos plantean desafíos significativos para la aceptación de la realidad.

Falsificación de la realidad y uso defensivo de la perversión

Los refugios psíquicos también están vinculados a la falsificación de la realidad. Al distorsionar la realidad de la pérdida y la frustración, la persona busca evitar la angustia. Aunque puede haber un cierto nivel de conciencia sobre este estado, se utiliza ese conocimiento para reforzar las defensas, creando una conciliación engañosa de versiones opuestas de la realidad.

Organización narcisista y omnipotencia

El refugio psíquico puede incluir defensas narcisistas, donde el individuo se retira a un estado de omnipotencia, rechazando la realidad externa en favor de un mundo interno idealizado. Este mundo interno se convierte en un lugar donde el control y la perfección son posibles, al menos en la mente.

Consecuencias de los refugios psíquicos

Cuando estos refugios se convierten en un estilo de vida, perpetúan la evasión de la realidad, bloqueando la capacidad de enfrentarse a las pérdidas y el duelo. En lugar de ser transitorios, estos refugios pueden convertirse en una trampa que impide el progreso emocional.

Cómo identificar un refugio psíquico

  • Evasión de situaciones estresantes: Preferir mantenerse en un estado de negación o fantasía.
  • Relaciones distorsionadas: Percibir las relaciones interpersonales de manera contradictoria.
  • Resistencia al cambio: Mostrar rigidez ante la posibilidad de enfrentar la realidad.
  • Uso de mecanismos de defensa: Emplear la disociación, la proyección, entre otros.

¿Es posible salir de un refugio psíquico?

¡Claro que sí! Aunque no es un camino fácil, es posible trabajar en el reconocimiento y la superación de estos refugios. La terapia psicológica puede ser un aliado invaluable en este proceso, ayudando a las personas a enfrentar la realidad de manera saludable y constructiva.

Conclusión

Los refugios psíquicos son un fascinante fenómeno del subconsciente humano. Aunque ofrecen un alivio temporal, pueden convertirse en un obstáculo para el crecimiento personal y emocional. Reconocerlos y trabajar para superarlos es un paso vital hacia una vida más plena y auténtica. ¡Así que no temas enfrentarte a la realidad, porque solo al hacerlo puedes encontrar la verdadera libertad!

Fuente: TEMAS DE PSICOANÁLISIS Núm. 4 – Junio 2012 John Steiner – La relación con la realidad en los refugios psíquicos.