La jornada laboral y la salud mental pueden estar íntimamente relacionados. Así lo plantea el Estudio Longitudinal Social de Chile (ELSOC) es una encuesta de tipo panel que conduce el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), en conjunto con el Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP) y el Núcleo Milenio en Desarrollo Social (DESOC). (Ciper Chile, 2019)

En relación a esto es que, en el marco del proyecto de reducción de la jornada laboral, esta puede tener diversos efectos. El bienestar de los trabajadores y trabajadoras y el potencial incremento en la calidad de vida derivado de jornadas laborales más cortas, son algunos de esos efectos.

El caso de Chile

Chile presenta una de las jornadas laborales más extensas entre los países de la OCDE. En promedio, en Chile, trabajamos más de 5 semanas adicionales al año que estos países. Además, los tiempos de traslado pueden alcanzar hasta tres horas diarias.

En consecuencia, los trabajadores y trabajadoras chilenas cuentan con escaso tiempo libre. Esto muestra un desequilibrio entre la jornada laboral y la salud mental. Desde el año 2015 los problemas de salud mental se han transformado en el principal motivo de permiso laboral. Según el Ministerio de Salud, las licencias médicas por enfermedades mentales aumentaron un 53% entre 2013 y 2018. El desgaste emocional y el agotamiento físico asociados a la carga laboral (burnout), así como el estrés, la ansiedad y la depresión son algunos de los problemas más frecuentes asociados a este aumento de licencias. 

El medio CIPER Chile, realizó un análisis de síntomas depresivos y la relación entre la jornada laboral y la salud mental:

a). Los resultados muestran una mayor prevalencia de sintomatología depresiva severa en aquellas personas con jornadas laborales más extensas.

b). Los resultados muestran diferencias asociadas al género. Un 6,2% de los hombres que trabajan entre 45 y 50 presentan síntomas de depresión moderada a severa. Mientras que un 12,1% de las mujeres que trabajan de 45 a 50 horas semanales, presentan los mismos síntomas.

Mujeres y el trabajo.

En el caso de las mujeres, la relación entre la jornada laboral y la salud mental tiende a mostrar mayor prevalencia de síntomas depresivos. Algunos de los motivos pueden ser la situación laboral, la desigualdad de ingresos o las actitudes laborales. por otro lado, encontramos:

a). Las mujeres suelen tener más responsabilidades familiares y domésticas que los hombres, lo que se traduce en más horas de trabajo.

b). Para ellas trabajar muchas horas tiende a ser castigado socialmente; lo que puede ser más estresante.

c). Las mujeres que trabajan jornadas más largas, tienden a concentrarse en sectores mal pagados.

Producción y Salud Mental

La jornada laboral y la salud mental, también se vinculan en temas de producción. Jornadas más cortas pueden promover el descanso y, por ende, menores niveles de estrés. Esto se traduce en empleados más eficientes, mejores condiciones, menor ausentismo laboral y menores costos para las empresas.

 

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